En un partido trabado y con un show de expulsiones, Leo Fernández anotó los tres goles con que Peñarol avanzó en la Copa Uruguay.

Peñarol arrancó el partido con intenciones de ser protagonista, y al minuto de juego tuvo el gol Leonardo Fernández, que no logró definir con claridad. A los cinco minutos, Ignacio Rodríguez le cometió una dura falta a Maximiliano Silvera y fue expulsado en Liverpool tras revisión del VAR.

El aurinegro continuó dominando el juego, pero a los 31 Luciano Rodríguez venció el arco de Peñarol con un poderoso zapatazo desde tres cuartos de cancha.

Cuando se iba la primera mitad, Leonardo Fernández puso la igualdad para el carbonero, y con ese resultado se fueron al descanso.

En la segunda mitad, Liverpool comenzó haciendo el gasto físico para sacar un buen resultado, pero sobre los 59 minutos una mano de Samudio le dio penal a Peñarol y se ganó la roja, quedando con nueve jugadores. Antes de que se ejecutara la falta se produjo un desorden entre los actores, y Maximiliano Silvera también se fue expulsado en Peñarol. Leonardo Fernández, a los 70, convirtió el penal para poner en ventaja al equipo manya.

En la jugada posterior al saque desde el medio, una grosería de Cayetano le hizo merecedor de una tarjeta roja, y Liverpool quedó con ocho hombres, y a los 85, Rosso se ganó la segunda amarilla, y el Negro de la Cuchilla quedó con siete.

Lo que quedó del encuentro fue para el olvido, impreciso, trancado, donde Liverpool no podía y Peñarol no sabía, ante un equipo que se había quedado sin jugadores de marca.

A los 98, la defensa negriazul cometió un nuevo penal, que Leo Fernández cambió por gol y puso el cierre a un discretísimo partido.